Como contaba el famoso Eli Terey, originario de la Selva Negra, prestigioso constructor de relojes totalmente en madera, incluso con autómatas: “la madera es un material vivo que es plasmado y trabajado por el hombre con limas, serruchos y cinceles, creando obras siempre únicas y de gran efecto escénico”.
Él decía siempre, además, que es más fácil construir una fundición en bronce que un reloj totalmente en madera.
Nuestro monumental reloj, que se remonta a los años 30/40 del siglo XX, fue diseñado por la famosa firma turinesa “Carlo Amati” y representa lo más complejo y difícil que puede ser el arte del calado. Este magnífico reloj, de grandes dimensiones, tiene un efecto escénico espectacular, tanto que todas las familias querrían tener uno en su propia casa. El calor de la madera, hábilmente encajada y tallada, garantiza un encanto muy especial.
El reloj representa un monumento ecuestre dedicado a Umberto I de Saboya colocado en su cumbre. En el aterrazamiento encontramos representadas, a la derecha del reloj, la “Justicia”, mientras que a la izquierda se erige la “Maternidad”. Alrededor están representados escudos saboyanos hábilmente tallados.
Dentro de las arcadas, sostenidas por columnas corintias, se encuentra la imagen de la “Victoria Alada”.
Este reloj, que llegó a nosotros en condiciones no espléndidas, después de una restauración conservativa experta que duró mucho tiempo, ha vuelto hoy a su antiguo esplendor.
La máquina, colocada en el centro de la cumbre, está dotada de escape de espiral con sonería, de la marca Junghans. Un elegante telón cierra el reloj.
Nota Bene: el diseño original de este reloj aparece en el catálogo “L’ARTE DEL TRAFORO TORINESE” Edición gran formato 60x87 – Ditta Carlo Amati - Via Garibaldi, 9 Torino en los números 158, 159, 160.
Italia – Turín, años 1930/ 1940
Medidas: altura cm. 102 anchura cm. 61 profundidad cm. 32