Monedero con trampilla abatible y cajones internos, completamente taraceado en maderas policromadas en todas sus superficies, con rastros de iluminación en oro.
Ciudad de Venecia.
Época: Segunda mitad del siglo XVI.
Renacimiento Veneciano.
Medidas: ancho 48 x profundidad 35 x alto 47.
Excelentes condiciones.
El monedero está intacto, original en todas sus partes externas e internas, sin ninguna modificación o sustitución.
Esta extraordinaria obra maestra del arte de la ebanistería veneciana, tan magnífica como rara, es uno de los ejemplares más importantes de la artesanía del Renacimiento en Venecia. Es precisamente a principios del siglo XVI, durante la máxima expansión de la Serenísima República y en el apogeo de su poder económico, cuando los talleres de los artesanos orfebres, vidrieros y ebanistas comienzan a realizar los objetos más preciosos, dirigidos a una clientela cada vez más rica.
Los arcones, los escritorios y los monederos adquieren una belleza incomparable y, además de una taracea de nivel inigualable, en las creaciones más importantes se evidencia la influencia del Arte Oriental en un continuo intercambio económico y cultural que unía a la Serenísima con las tierras del Este. De hecho, entre las innumerables representaciones florales, vegetales y animales, en el centro de la trampilla abierta destaca un guerrero otomano a caballo, coronado por una corona. Pero es un poco todo el conjunto de la finísima taracea cartujana, típicamente veneciana, lo que le da al monedero una fascinante imagen oriental que tanto estaba de moda y que en los siglos siguientes llenará de decoraciones los muebles, los cristales y las porcelanas.
El monedero, también en consideración de las excelentes condiciones y de la absoluta integridad, asume un valor histórico y artístico de enorme interés y de evidente valor museístico, además de coleccionístico y decorativo.