Obra de Marco Marcola (Verona, 1740 – 1793)
Con una pincelada cursiva, modulada por expertas variaciones cromáticas destinadas a equilibrar encendidos luminosos y aterciopeladas penumbras, realiza la vivaz representación de escenas de vida contemporánea de esta deliciosa pareja de pinturas obra de Marco Marcola (Verona, 1740 – 1793), pintor veronés cuyo aspecto innovador respecto a la tradición veronesa reside en la elección de un repertorio ligado al espectáculo de lo cotidiano retomado con cautivadora y juguetona vivacidad narrativa. Hijo de Giambattista, pintor que trabajó entre Verona y Módena, fue el miembro más destacado de una numerosa familia de artistas. Formado en el taller paterno junto con sus hermanos Nicola, Francesco y Angela, adquirió una posición de mayor relieve en virtud de su ser “rapidísimo en el hacer, fecundo en las invenciones”. La soltura de la pincelada y la irónica agudeza del artista son las características sobresalientes de la bella pareja de pinturas aquí examinada, donde la representación de los momentos de esparcimiento popular y nobiliario constituyen una suerte de “recreación” de la fantasía delineando, junto con las carnestolendas y las escenas de teatro, el filón más logrado de la actividad de Marco.
Óleo sobre lienzo, cm 56 x 76,5.
Peritaje: Prof. Dario Succi