Óleo sobre lienzo. La figura de la Magdalena se representa aquí, como es tradición, con cabello largo y rojo; con un gesto de dolorosa dedicación, fija su mirada en el crucifijo, que sostiene con la mano izquierda presionada contra el brazo derecho, este a su vez doblado en señal de penitencia recogida. Todo el cuerpo se representa con una espléndida torsión contrapuesta, que tiene el efecto de hacer sentir al espectador la tensión del momento vivido por la santa. A su izquierda se ve el cráneo, su atributo tradicional, y en el fondo se intuye la silueta de la cueva en la que se encuentra. La parte del cuerpo emerge, gracias a la intensa luminosidad de los brazos, conectada a los matices rojo ocre del cabello y el rostro, acentuando así el carácter erótico de la escena, recordando la exuberante pintura de Rubens, que tuvo una gran influencia en la obra de Crespi. Esta cautivadora y agradabilísima figura de la Magdalena sigue la tendencia ampliamente difundida en los siglos XVII y XVIII de representar a los santos con un trasfondo de sensualidad humana, revelando la preferencia de los clientes por temas sagrados impregnados de elementos profanos. El cuadro, restaurado y reentelado, se presenta en un marco de finales del siglo XIX y principios del XX.
Condición del producto:
Producto en buenas condiciones, presenta pequeños signos de desgaste. Intentamos presentar el estado real de la forma más completa posible con las fotos. Si algunos detalles no quedan claros en las fotos, prevalecerá lo indicado en la descripción.
Dimensiones del marco (cm):
Altura: 111
Ancho: 89
Profundidad: 6
Dimensiones de la obra (cm):
Altura: 96
Ancho: 75
ARARPI0178558