Mediados del siglo XVIII
Apolo con alegoría de la música y signos zodiacales
Óleo sobre lienzo, 62 x 48 cm
Con marco dorado de la época, 70 x 57 cm
Nacido en Francia como una evolución del barroco tardío, el rococó fue un estilo caracterizado por la exuberante manifestación de la vida aristocrática. Pasados los fastos del barroco impuesto, la preferencia de artistas y comitentes se fue dirigiendo hacia la representación de las ligerezas de la vida aristocrática, estigmatizándola con un linearismo armonioso y colores de cuento de hadas, en neta oposición a las tonalidades encendidas y cargadas del periodo anterior. También los sujetos predilectos cambiaron, virando de las escenas doblemente de batalla y religiosas a imágenes sentimentales y referibles a la novelesca vida acomodada. El presente cuadro, aun respetando el formalismo de este particular periodo, se demuestra único en su género en razón del sujeto representado: una mitológica crasis entre zodiaco clásico y alegoría de la música. El Neoclasicismo, marcado por la recuperación melódica y arqueológica de los modelos de los antiguos griegos y romanos, superó bien pronto el Rococó: el presente cuadro recoge el lejano espejismo, cuando aún los teóricos no habían formulado ni escrito en torno a esta manera. El carácter protoneoclásico de la obra la reconoce por tanto como un ejercicio intelectual por parte de un culto admirador o artista, fascinado por el entrelazarse de significado típico de los mitos antiguos.
Apolo, vestido con una voluminosa veste coral, se sienta al mando de la composición. La cítara dorada que sostiene y la luminosidad que se irradia de su persona deja entender su rol guía de las musas. Éstas, protectoras de las artes, lo acompañan con los típicos atributos de la música: mandolina, pandereta, instrumentos de viento y de percusión, mientras algunos juguetones geniecillos animan las restantes nubes. Apolo puede ser reconocido también como cabeza de la astrología, en cuanto hijo de Zeus y gemelo de Artemide, personificación del Sol y por tanto del movimiento de las estrellas.
El presente cuadro suma en sustancia las varias actitudes de Apolo: dios de la música, moviendo el carro del Sol y guía de las musas.