Círculo de Giovan Battista Piazzetta (1683-1754), siglo XVIII
Cristo Salvator Mundi
Óleo sobre lienzo, 81 x 64 cm
Con marco, 90 x 72 cm
Esta pintura se inscribe dentro del panorama pictórico veneciano del siglo XVIII. El uso de colores delicados, las formas curvas y la presencia decorativa de los querubines, así como un elemento arquitectónico, enmarcan esta obra en el estilo Rococó; el claroscuro, aunque presente, no genera contrastes demasiado intensos, y el fondo aporta mayor luminosidad, aunque filtrada a través de una supuesta capa nubosa. Los tonos claros continúan en los reflejos delicados del cabello y las vestiduras de Cristo, así como en su rostro de piel diáfana, similar al de los dos querubines. Los rasgos de Cristo parecen bastante originales, casi como si derivaran de un retrato, ya que el rostro regordete e imberbe los hace bastante infantiles; a contrastar estos detalles contribuyen el largo cabello y la mirada fija hacia el espectador, seria y solemne. El período y la extracción geográfica remiten esta obra a los ejemplos de artistas cercanos a Giovan Battista Piazzetta (1683-1754), pintor veneciano activo en la primera mitad del siglo XVIII y alumno de Antonio Molinari (1655-1704), también veneciano y referible a este estilo pictórico. Del Barroco al Rococó el lenguaje artístico se edulcoró manteniendo esa viveza tonal que encontramos también en esta obra, cuyo tema presta el flanco a una reflexión más profunda sobre la figura de Jesús salvador del mundo, representado por el orbe crucífero, y señor del cosmos. Una iconografía tan antigua y grandiosa se muestra, por tanto, con la justa gravedad expresiva, dejando espacio a una mayor serenidad y distensión por parte de Cristo, a lo que hay que sumar los amables querubines de la derecha, útiles tanto por motivos decorativos como para atenuar la intensa mirada del Salvador.