Se trata de dos preciosos azulejos holandeses de Delft, fabricados en el siglo XVIII, que se caracterizan por su decoración a mano en manganeso, un tono típico de la cerámica de este periodo. Cada uno mide aproximadamente 13x13 cm.
El primer azulejo representa una escena rural con edificios, probablemente casitas holandesas, árboles y una valla, con detalles refinados y perspectiva sencilla. El segundo azulejo representa una escena pastoral con dos figuras: un hombre con una lanza y un sombrero con plumas, y una mujer, inmersos en un paisaje natural, encerrados en un medallón circular.
Ambos azulejos presentan en las esquinas las típicas decoraciones florales estilizadas, que equilibran las composiciones centrales. Estas piezas reflejan la tradición artesanal y artística de Delft, famosa por su cerámica esmaltada y decorada con motivos paisajísticos y figurativos. Un azulejo está roto en la parte superior y tiene ligeras desconchaduras.