La Virgen está representada en posición ascendente, con las manos cruzadas sobre el pecho y la mirada dirigida hacia el cielo, envuelta en un rico manto dorado con refinados motivos decorativos. En la base se encuentran tres querubines finamente esculpidos, elemento característico de la producción de Maragliano.
La policromía original, aunque con signos del tiempo, conserva su vivacidad, mientras que el dorado enfatiza el movimiento de las vestiduras, confiriendo a la figura una extraordinaria ligereza.
Altura cm. 95