Carlo Antonio Tavella (Milán, 1668 – Génova, 1738)
Paisaje arcádico con pastores y rebaño
Óleo sobre lienzo, 58 x 97 cm
Con marco, 67 x 105 cm
La tela en cuestión se inscribe en el vasto corpus artístico del pintor Carlo Antonio Tavella (Milán, 1668 – Génova, 1738), considerado uno de los artistas más prolíficos del período barroco, sobre todo en Génova, ciudad que más lo vio activo. Nacido en 1668 en Milán de una pareja de mercaderes genoveses, Tavella comenzó su primera formación en el estudio de Giuseppe Merati, donde permaneció durante unos tres años, llegando en 1681 al conocido taller del paisajista Jan van Grevenbroeck, apodado el Solfarolo, con quien permaneció hasta los veintiún años (1689) y donde tuvo la oportunidad de practicar la copia y el dibujo, sobre todo en lo que respecta a paisajes y pueblos en llamas, especialidad del maestro. En los mismos años, el artista emprendió una serie de viajes entre Lombardía, Bolonia, Florencia, Pisa y Livorno, que lo llevaron al conocimiento de las obras y los lenguajes pictóricos de Gaspard Dughet, Salvator Rosa y Giovanni Benedetto Castiglione, de quienes asimiló elaboradas composiciones escenográficas y una excelente representación de las atmósferas y los consiguientes cambios de luz. Fue probablemente el contacto constante con el ambiente toscano lo que permitió a Tavella estar al día de las propuestas romanas, como testimonian algunos dibujos conservados en el Gabinete de Dibujos y Grabados del Palazzo Rosso de Génova, ya que con toda probabilidad el artista nunca residió en la capital: las relaciones con los paisajistas de cultura romana activos en la corte de Fernando de Médicis, entre ellos Crescenzo Onofri, alumno y colaborador en Roma de Dughet, y la visión directa del ciclo de frescos de temática paisajística, realizado por Pandolfo Reschi en la logia de la villa de Petraia en Florencia, representaron una etapa fundamental en la continua formación del artista.
Tras un breve regreso a Milán, en 1690 se produjo el decisivo traslado a Génova (intercalado con breves desplazamientos a Milán, Bérgamo y Brescia), donde tuvo la oportunidad de enfrentarse de inmediato a la producción del pintor holandés Pieter Mulier II, apodado el Cavalier Tempesta, de quien fue alumno predilecto, y de llevar a cabo importantes encargos como la decoración con paisajes al fresco de la sala de las Artes Liberales en el actual Palazzo Rosso (inspirada en el gusto de las realizadas por el propio Mulier en el Palazzo de Nicolosio Lomellino en Génova). En la capital ligur Tavella inició una vastísima producción de pinturas de temática paisajística para la nobleza local y para los comitentes lombardos, piamonteses y extranjeros, introduciendo en sus vistas figuras de santos, pastores, campesinos y lavanderas tomadas de hojas de repertorio proporcionadas por Paolo Gerolamo Piola y Alessandro Magnasco. De notable valor artístico se recuerdan los diversos Paisajes con figuras conservados en el Palazzo Bianco, los Paisajes con santos hoy en la Accademia Linguistica di Belle Arti de Génova o incluso las telas expuestas en el Palazzo Durazzo Pallavicini de Génova o en la Accademia Carrara de Bérgamo, que comparten con nuestra tela una pincelada sutil y dinámica, acompañada de una paleta de colores distintiva, orientada hacia tonalidades pastel y modulada sobre el contraste entre luz y sombra. Precisamente la habilidad en la descripción atmosférica contribuía a infundir a sus paisajes, calcados de los clásicos romanos y de los típicos de la pintura francesa, una profundidad y una vivacidad únicas, donando al espacio efectivos sugestivos y refinados. Tavella murió en Génova el 2 de diciembre de 1738 y fue enterrado en la iglesia de S. Domenico. El biógrafo Carlo Giuseppe Ratti recuerda a las hijas Angiola y Teresa, que siguieron los pasos paternos convirtiéndose en pintoras consagradas, además del mejor alumno de su taller, Niccolò Micone, conocido por el sobrenombre de "Lo Zoppo".