Pintura al óleo sobre lienzo, que representa una escena sagrada de intensa devoción, probablemente una adoración de santos en presencia de la Sagrada Familia. En el centro de la obra, la Virgen María sostiene en su regazo a Jesús Niño, desnudo y envuelto en un paño blanco. A su derecha se reconoce la figura de San José, con barba canosa y bastón pastoral. Alrededor de la Sagrada Familia se reúnen tres personajes masculinos, arrodillados en actitud de veneración: uno viste hábitos episcopales dorados, el otro tiene el aspecto de un guerrero, quizás un santo caballero, mientras que el tercero resulta más enigmático, pero participa también en la escena con intenso recogimiento.
Detrás de la Madonna, apenas visibles en segundo plano, se distinguen el buey y el asno, elementos que evocan la ambientación de la Natividad. Sin embargo, la ausencia de los tradicionales Reyes Magos, y en particular del personaje moro, sugiere más bien una escena de adoración por parte de santos.
Obra de mano veneciana, probablemente de finales del siglo XVII, se acerca por cromías y planteamiento compositivo a la Escuela Veronesa.
Medidas: 56,5 × 64,5 cm.