Cómoda de media luna neoclásica, Piamonte, finales del siglo XVIII
Medidas: cm A 91,5 x An 127,5 x P 59,5
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Esta elegante cómoda de madera con incrustaciones, representativa del estilo neoclásico, fue realizada a finales del siglo XVIII en Piamonte. Estilísticamente, se remonta al taller de dos conocidos ebanistas piamonteses: Ignazio Ravelli (1756-1836) y su hijo Luigi (1776-1858), activos en Vercelli entre la segunda mitad del siglo XVIII y principios del siglo siguiente.
Con forma de media luna, presenta una encimera de mármol gris Bardiglio. La estructura de la cómoda, es decir, los montantes, las bandas que separan los cajones, las patas y el interior de los propios cajones son de madera maciza de nogal, mientras que los laterales y el frente de los cajones están chapados e incrustados en madera de nogal y boj. El frente se divide en tres cajones: el superior y el inferior, más pequeños, están decorados con taracea que crea finos marcos y una delicada guirnalda de cuentas que se une a aplicaciones de metal dorado de forma circular. Las bocallaves de las cerraduras también son circulares y de bronce cincelado y dorado. El cajón central, más alto y dividido internamente en tres compartimentos, muestra un chapado que, gracias al aprovechamiento de las vetas de la madera, crea un diseño de flecha decorativo, animando su imagen general. En el centro, inscrito dentro de un marco con incrustaciones de motivos geométricos, se representa, mediante incrustaciones, un paisaje marino, con barcos, casas y una costa rocosa realizada en diferentes raíces. Es común en la obra de Ignazio Ravelli la predilección por incrustaciones con vistas arquitectónicas fantasiosas, como caprichos de ruinas y paisajes, inspiradas en los grabados de Giambattista Piranesi, Ferdinando Galli di Bibbiena y Vincenzo Mazzi.
Los laterales de la media luna, chapados e incrustados, retoman el esquema decorativo del frente, con recuadros superiores e inferiores decorados con la guirnalda de cuentas y un elemento central circular incrustado a modo de flor. Sin embargo, los laterales prevén una sola puerta por lado, con bisagra trasera, cada una que cierra un compartimento con estante. Las bocallaves de las cerraduras son de bronce cincelado y dorado.
Las cerraduras del mueble son todas originales.
El refinado tresillo es muy decorativo gracias al uso de maderas de diferentes colores que, a través de la taracea, crean un juego cromático muy elegante y agradable. Fácilmente ubicable en diferentes ambientes, gracias a la forma de media luna que lo hace ligero. Puede presentarse en un estudio, una sala de estar y un dormitorio, pero también en una entrada o en un pasillo, tanto junto a muebles antiguos como de gusto moderno.