Hermoso cuadro del siglo XVIII que representa un paisaje fluvial con vegetación y una casa de campo, con un marco dorado de época.
Delicado y al mismo tiempo decidido en los colores, desde el celeste claro del cielo con nubes transparentes hasta el verde vivo de los exuberantes árboles que enmarcan la curva del río y la casa de campo. Una figura se aleja del punto de observación del pintor en dirección a la casa de campo.
Medidas del marco 88 x 74 cm, pintura 69 x 55 cm.