Giacomo Casa (Conegliano, 1827 - Roma, 1887)
Alegoría de Venecia
Óleo sobre lienzo, cm 50,5 x 40
Con marco cm 65,5 x 53,5
La Unidad de Italia y su trayectoria histórica y política alimentaron la producción de obras de arte específicas, que evocan escenas bélicas, episodios políticos y populares, pero también complejas representaciones alegóricas. Típico de esta corriente ilustrativa es el cuadro en examen, reconocido a Giacomo Casa (1827-1887) dadas las consonancias estilísticas y compositivas con su típica producción pictórica, así como por la directa relación, dado el esquema iconográfico y la elegante cifra decorativa, con la obra alegórica que representa a Venecia Republicana resurgida a la libertad y al arte, con la bandera tricolor, realizada en 1848 por Casa y que hoy se conserva en el Museo del Risorgimento y de la Resistencia de Vicenza.
Cuadro de fuerte significado patriótico, representa en el centro una figura femenina, que se identifica con la Alegoría de Venecia: la ambientación en un paisaje agreste se distingue respecto al portuario y marino que se encuentra en el cuadro de Vicenza, pero indicaría el poder veneciano extendido en el interior véneto y lombardo en el curso de la historia de la república marinera; además, la presencia del león debe interpretarse como una clara referencia al símbolo principal de la ciudad lagunar, representada junto con los atributos habituales de las armas, representadas a sus pies, y con las coronas de laurel al lado, que remiten a las glorias militares. Otra referencia patriótica es la representación de la mujer con el pecho descubierto, aludiendo de este modo a su función de Madre, mientras que la combinación de los colores del vestido y del paño apoyado sobre la columna rota remiten al Tricolor, estandarte nacional adoptado desde 1797 con la República Cispadana hasta convertirse en uno de los símbolos más importantes del Risorgimento y de la Unidad de Italia. La guerrera retiene en la mano derecha una rama de roble, referencia al valor militar que la nación está dispuesta a emplear para su redención, mientras que la columna rota recuerda a los caídos por la Patria. Al fondo se desarrolla un típico paisaje véneto, que recuerda la tradición lagunar en el difuminado y en los cielos límpidos y humeantes de los Bellini y de Tiziano, exhibiendo una notable elegancia formal y una refinada cromía de gusto veneciano del siglo XVI. La definición de este sujeto, que interpreta en clave del Risorgimento la figura alegórica de Venecia, se produjo a partir de los movimientos de 1848, en los que en la ciudad se tuvo la breve pero intensa experiencia de la república de San Marcos, formada por Daniele Manin en función antiaustriaca y que posteriormente se acercó a la anexión al Reino de Cerdeña, que tuvo lugar después de la Tercera Guerra de la Independencia con el plebiscito de 1866. En estos años, Casa elabora litografías y grabados, conservados hoy en el Instituto para la Historia del Risorgimento Italiano de Roma, con el fin de elogiar a los héroes y mártires patriotas que luchaban por obtener la independencia de los Habsburgo y la anexión al reino saboyano, logrando así reelaborar los símbolos venecianos en una óptica de patriotismo y de fusión con el futuro Reino de Italia.
Las experiencias juveniles, tanto artísticas como no, contribuyeron a consolidar las ideas de Casa: como pintor se formó en la Academia de Venecia, Giacomo Casa fue alumno de Molmenti, que contribuyó al desarrollo de su raro talento y de su marcada personalidad. Apenas veinteañero participó en los movimientos revolucionarios venecianos entre 1848 y 1850. Visitó Padua, Nápoles, Roma, Pompeya, Catania y tuvo experiencias en el extranjero, en Oriente, en París y en Londres, donde permaneció durante algunos años. En 1883, regresó definitivamente a Italia, se estableció en Roma.
Desde el principio sus creaciones encontraron aprecio, como demuestran sus participaciones en numerosas exposiciones: después de los movimientos del '48 participó en las muestras venecianas, en 1861 se presentó con Episodio dei Promessi Sposi mientras que en 1862 propuso el Diluvio Universale y La beneficenza. En la Primera Muestra Italiana de Florencia de 1861 expuso su obra más conocida: Michelangelo che dirige i lavori di fortificazione a Firenze.
Casa fue también un hábil y solicitado fresquista, se recuerdan sus trabajos realizados en el curso de los años '50 en Venecia junto a L. Cadorin (Caffè delle Nazioni, 1857; Caffè Florian, 1858; Caffè Quadri, 1859; Palazzina Foscari; Palazzina Gattei Nardi, 1864; intervenciones en Palazzo Reale y en Palazzo Papadopoli a Santa Marina). En 1884 se le confió la decoración del teatro Verdi de Padua, donde intervino en los techos de diversos ambientes con representaciones alegóricas. Trabajó en la iglesia de los Filippini en Chioggia; fue activo además de para las iglesias venecianas de San Moisè y de Santa Maria Formosa, para las salas apolíneas del Teatro La Fenice de Venecia.
En la pintura de caballete trató también temas orientalistas que contribuyeron a su notoriedad (Mercato orientale, 1885, Venezia, Galleria d'Arte Moderna di Ca’ Pesaro). Sus obras, en su mayoría cuadros de género y de tema histórico, por ejemplo Venezia accoglie Vittorio Emanuele II, se conservan en los Museos de Udine, Padua, Bassano y en el Museo de Arte Moderno de Venecia.