Escuela veneciana, mediados del siglo XVIII
Lot y sus hijas
Óleo sobre lienzo, 43 x 57 cm
Con marco, 70 x 84 cm
El lienzo examinado representa claramente a Lot y sus hijas, protagonistas del relato narrado en el Génesis (19,30 - 38) y estrechamente entrelazado con la destrucción de las ciudades de Sodoma y Gomorra. Lot, sobrino de Abraham, vivía en Sodoma con su familia, hasta que Dios, viendo la corrupción y el pecado extenderse, decidió destruirlas. Dos ángeles fueron enviados para advertir a Lot y ayudarlo a huir, pero durante la fuga su esposa desobedeció volviéndose a mirar la ciudad en llamas, siendo inmediatamente transformada en estatua de sal. Lot y sus dos hijas encontraron entonces refugio en una caverna: aquí, temiendo no tener otros hombres con quienes procrear y perpetuar su estirpe, las hijas embriagaron a su padre y yacieron con él carnalmente mientras dormía inconsciente de lo que estaba sucediendo, quedando embarazadas.
Los protagonistas están aquí representados de medio cuerpo, colocados en primer plano con respecto al fondo neutro de color negro, retomando en cierto modo la configuración inaugurada por Giorgione en el célebre cuadro Las tres edades del hombre, conservado en la Galería Palatina de Florencia. Desde un punto de vista formal y cromático, de hecho, el lienzo en cuestión puede referirse a un artista veneciano activo alrededor de la mitad del siglo XVIII, que tuvo la oportunidad de confrontarse con los grandes modelos de los siglos precedentes. El uso sabio de la luz y el color son, de hecho, elementos distintivos de la pintura veneciana de este período: explotando magistralmente la luz para crear efectos de atmósfera, profundidad y suavidad, el artista da vida a una obra de gran encanto y realismo. Los colores utilizados, brillantes y vibrantes, yuxtapuestos con pinceladas rápidas y pastosas de manera audaz y contradictoria, crean un efecto narrativo dinámico.
El artista limita aquí el aspecto sexual de la historia, dando a sus figuras más dignidad y una interacción psicológica más profunda: el lienzo alude con gran equilibrio y medida a los eventos sin mostrarlos en su totalidad, captando el momento exacto en que se empieza a percibir la embriaguez de Lot, el cual con la mirada poco atenta, las mejillas rojas por el alto índice alcohólico y el equilibrio del cuerpo incierto, se abandona entre los cuerpos de las hijas, estas últimas captadas en el momento de máxima concentración y sensualidad para la ejecución de su plan.