Rusia, siglo XIX
Icono que representa las Doce Fiestas
Temple al huevo y técnica mixta sobre hoja de oro aplicada sobre tabla, 38 x 31 cm
El icono, del griego eikon, imagen, presenta la narración de algunos episodios de la vida de la Virgen y de Jesús, constituyendo un tratado de teología a colores. El icono en análisis, llamado “de las doce fiestas” incluye en recuadros separados la representación tradicional de todas las fiestas más importantes para el calendario litúrgico de la iglesia ortodoxa. Los iconos que representan las 12 fiestas mantienen fijo el número pero pueden sufrir algunas variaciones iconográficas. En el icono analizado doce episodios están dispuestos alrededor de una escena más grande, en el centro de la tabla. El episodio central se refiere a la Resurrección de Cristo y a su Descenso a los Infiernos. La figuración está dividida en dos escenas superpuestas; en lo alto está Cristo, encerrado en una almendra de luz, símbolo de su naturaleza divina, escondida por la humana, que resurge de la tumba. La almendra que rodea la figura de Cristo indica la Gloria irradiada por la persona divina que es el Verbo encarnado. En lo bajo Cristo, siempre en una almendra de luz, está representado en el Limbo, entre los patriarcas del Antiguo Testamento, intentando liberar y llevar al cielo las almas de los beatos. Siguiendo la tradición bizantina, alrededor del recuadro principal se suceden los doce episodios ligados a las fiestas Despóticas, en recuerdo de eventos de la vida de Cristo, y de las fiestas Teomiroticas, relativas a la Madre de Dios. En el icono en objeto encontramos representados: La Natividad de la Virgen (8 de septiembre), la presentación de la Madre de Dios en el templo (21 de noviembre), la Anunciación (25 de marzo), la Natividad de Cristo (25 de diciembre), la presentación de Cristo en el Templo (2 de febrero), el Bautismo de Cristo (6 de enero), la entrada a Jerusalén (Domingo de Ramos), la Transfiguración (6 de agosto), la Ascensión, la Santísima Trinidad del antiguo testamento, la Exaltación de la cruz (14 de septiembre) y la Dormición de la Madre de Dios (15 de agosto).
El icono de las 12 fiestas, por su iconografía, es ejemplo de una catequesis litúrgico-bíblica permanente y en las iglesias de rito oriental constituye un elemento imprescindible del iconostasio, es decir, de la pared divisoria que separa la nave, decorada con iconos.