Cod: 358736
Martirio de San Esteban
Autor : Martin Knoller 18-11-1725 24-7-1804
Época: Siglo XVIII
Martirio de San Esteban
Óleo sobre lienzo, 73,5 x 48 cm
Antiguo reentelado
Marco esculpido y dorado
Martin Knoller (Steinach am Brenner, 18 de noviembre de 1725 – Milán, 24 de julio de 1804) fue un pintor y docente austriaco, considerado uno de los más grandes fresquistas del área austriaca de su tiempo.
Entre sus maestros, el más significativo fue Paul Troger, junto al cual fue a Salzburgo y Viena. Su primer fresco data de 1754, realizado en la parroquial de Anras, en el Tirol Oriental, aún plenamente bajo la influencia de Troger. Fue sepultado en el Cementerio de la Mojazza, en Milán, fuera de Porta Comasina.
En 1755, se dirigió a Roma, donde fue fuertemente influenciado por el clasicismo. En Roma, sus maestros fueron Anton Raphael Mengs y Johann Joachim Winckelmann. En sus obras, Knoller se posiciona entre el barroco, el rococó y el clasicismo, aunque este último prevalece mayormente en los óleos en lugar de los frescos.
Su más grande mecenas fue Carlo Giuseppe di Firmian, ministro plenipotenciario de María Teresa de Austria en Lombardía, y son muy numerosas las obras de Knoller que él comisionó. El mismo Knoller se casó con una mujer de Milán, hija de un comerciante, y aquí se estableció, llegando a ser también profesor en la local Academia de Bellas Artes.
En las obras de Knoller se encuentran frecuentemente grupos de figuras, en los que la principal se encuentra claramente en primer plano. Típica del artista es una frescura y variedad de colores, que se reconoce sobre todo en los paños luminosos. La pintura barroca consiste voluntariamente en la representación de grupos de figuras en movimiento, en los cuales el individuo tiende a anularse, pero en Knoller prevalece el individuo. En sus obras, él tiende a un rígido clasicismo: los colores son menos potentes, las figuras a menudo un poco alargadas, la composición clara y bien ordenada. Le falta el pathos barroco. En sus arquitecturas es un maestro de la perspectiva. En las figuras, prefiere ángulos visuales y actitudes no banales. Belleza significa para él claridad en el color y en la representación.
Con respecto a nuestro modelo para altar, podemos destacar la elevada calidad pictórica y la extraordinaria belleza de la composición.